ABSTRACT
Las situaciones de emergencias y desastres causan sufrimiento y aumentan los problemas de salud mental de las poblaciones afectadas. Existen publicaciones nacionales e internacionales que entregan estrategias y orientaciones para proteger la salud mental de la población en estas situaciones. El estallido social ocurrido en Chile en octubre de 2019 presenta algunas particularidades que hacen necesario revisar conceptos y utilizarlos de manera pragmática para que los profesionales de salud podamos colaborar no sólo en la disminución del malestar y secuelas de eventos que han movilizado afectivamente a todo un país, sino que también como herramientas para lidiar con la ansiedad propia. En el artículo se propone el término de Emergencia Social para definir de manera más precisa el fenómeno. Se plantea la importancia de identificar y combatir la Ansiedad Persecutoria como mecanismo que promueve la polarización violenta a nivel individual y colectivo. Por último, se mencionan algunas recomendaciones generales respecto a las estrategias para proteger la salud mental de la población y recomendaciones específicas respecto del rol de los profesionales de salud mental en situaciones de emergencia.